Tan lejos y a la vez tan cerca

Aun tengo la sensación de estar sentado a tu lado, riendo, tratando de solucionar el mundo. Brindando con patxaran y escondiéndonos del tiempo, ese maldito reloj que iluso trata de aplacar nuestros deseos de existir bajo la luz de las velas, mientras dejamos corretear las miradas por la cocina. Ya he partido y hoy me encuentro lejos, pero la tenue aurora que inventamos esa noche, seguirá brillando intensa, en tus ojos y en los míos.

Sin mas que decir que gracias, digo hasta luego, buena suerte en tu existencia hasta nuestro próximo encuentro.





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